Como una mirada amplia esclarecedora y consoladora sobre el paisaje de la niñez se presenta esta EXPOSICION DE JUGUETES ANTIGUOS 1875-1960, que intenta mostrar al público la producción juguetera española y mundial, desde el inicio de los procesos industriales de fabricación hasta los años sesenta.
Esta Exposición se encuentra en una linea de reconocimiento que se inicia en los años veinte de nuestro siglo, cuando las principales capitales europeas sienten la necesidad de crear ciertos museos, que de forma permanente dediquen varias salas a la exposición de estas piezas, reconociendo así el interés social, que señala al juguete como elemento importante y fundamental, para la cultura, la sociología, el arte, el documento historico e industrial, etc....Elemento este que llega al sentimiento del público de todas las edades, hombres y mujeres que vuelven a reencontrar aquellos juguetes con los que disfrutaron cuando eran niños, y según los observan, les explican a sus hijos y nietos como funcionan y como jugaban con ellos, así como lo que les representó el tenerlos en su infancia.
Si bien es cierto que el nacimiento del juguete industrial en España, se retrasará sensiblemente con respecto al europeo, y más concretamente al aleman y francés, que tiene ya en los finales del siglo XIX su formulación mas exquisita, no lo será en su proceso productivo. El juguete aparece desde sus inicios, vinculado al nacimiento y desarrollo de la civilización industrial y tecnológica. La aparición del soldado de plomo está intimamente vinculada a los distintos oficios relacionados con los trabajos en metal.
Posteriormente al industrial dedicado a la fabricación de los distintos juguetes, será una evolución de las más variadas ramas de trabajadores del metal, madera o papel que, ante las demandas del mercado de ciertos productos, se consagran definitivamente a la producción de juguetes como culminación de un proceso de especialización comercial.
En esta Exposición se muestran junto a los juguetes fabricados industrialmente, otro tipo de juguetes de fabricación doméstica o popular que con su carácter anónimo convivirán con las más sofisticadas piezas, dando ejemplo con su valor utilitario y artístico, de la capacidad sustitutoria del juguete y de su valor testimonial. Ningún juguete es capaz de sustraerse al contexto de la época para el que fué creado y su carácter natural inanimado le hace vincularse a vidas que lo hagan útil. Se convierte en un elemento más de identidad de la vida social capaz de aportar datos preciosos sobre cualquier etapa histórica.
Pero junto al reconocimiento técnico de los procesos productivos, de sus valores artísticos y estéticos, de sus vinculaciones estilísticas y de sus cualidades materiales, el juguete produce en el espectador una metamorfosis sumamente positiva, le obliga a viajar a la niñez, en una vuelta atrás de la mano de estos silenciosos compañeros, en busca de los residuos de aquel tiempo, que sólo la nostalgia es capaz de llevar a cabo.
Los museos y los coleccionistas han de continuar conservando cuidadosamente las muñecas, los aviones, los trenes, los coches, las motos, los barcos, etc., a fin de salvaguardar a estos viejos compañeros de viaje, cuya contemplación ahora tan felices nos hacen sentir.
Esta Exposición ha sido concebida como un pequeño refugio, en el que por el momento se preservan los juguetes que en él han encontrado abrigo, felizmente han escapado a la destrucción e impaciencia de los que fueron sus niños propietarios, así como a la oxidación, daños, incendios, guerras, bombas, etc...Igualmente, al más peligross agente de destrucción : LA INDIFERENCIA.
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